PROCESO FAMILIAR:
El concepto de familia en la actualidad presenta una mayor complejidad que en tiempos pasados. Las familias ensambladas, la inserción de la mujer en el ámbito laboral, la caída de la natalidad, los divorcios, los modelos sociales, el matrimonio igualitario, los avances tecnológicos en materia reproductiva, etc., plantean un nuevo escenario plagado de múltiples y complejas variables a las que se debe atender cuando se intenta comprender una determinada dinámica familiar.
Si bien algunos especialistas consideran que en la actualidad asistimos a una crisis de la institución familiar en términos negativos, el equipo de ARG Counseling contempla estos cambios con una mirada más amplia, entendiendo que también hemos evolucionado en aspectos fundamentales, tales como, la libertad, la autenticidad, la autonomía y el respeto de los derechos individuales.
La familia es una realidad que está cambiando, conforme a los cambios culturales y sociales, modificando sus estructuras en la búsqueda de adaptarse a estos cambios. Asistimos al nacimiento de un nuevo modelo de familia que debemos comprender y abordar en toda su complejidad.
La propuesta de ARG COUNSELING:
En una familia ninguno de sus miembros es idéntico a otro; cada cual es diferente y se encuentra en un nivel de desarrollo distinto. No es posible disponer a un miembro de la familia sin pensar en los demás. Cada miembro es funcional al otro y se afectan mutuamente.
El secreto para crear un sistema familiar saludable es permitir que cada miembro de la familia disponga de un sitio verdaderamente individual y se sienta a gusto en ese lugar. Para que esto sea posible, es necesario que todos utilicen su capacidad para cambiar y adaptarse en la interacción con los demás miembros. Esta capacidad adaptativa dependerá mayormente de la rigidez o flexibilidad de los sentimientos, las reglas y los patrones de comunicación predominantes en el seno familiar.
Desde ARG Counseling estamos dispuestos a acompañar al grupo familiar en un proceso de transformación tendiente a favorecer la flexibilidad, la comunicación, la empatía y la adaptación entre sus miembros.
El Counselor y el Grupo Familiar trabajarán juntos para activar alternativas novedosas orientadas a ampliar sus posibilidades para hacer frente a las problemáticas presentadas.
PROCESO DE PAREJA:
Aunque los problemas de relación que presentan las distintas parejas tienden a ser bastante diferentes, existen algunos temas recurrentes:
- Las luchas de poder.
- El hecho de sentirse desilusionados de las expectativas acerca de la relación.
- La falta de contacto o comunicación.
- El contacto sexual insatisfactorio.
- La existencia de una relación extramatrimonial o fuera de la pareja.
- El estar demasiado aferrado a los padres y a la propia familia.
- El desacuerdo en la crianza de los hijos.
Una pareja sana es la mezcla de dos culturas diferentes, conformadas por la historia de cada uno de sus miembros. La nueva pareja tiene el desafío de construir un «nosotros», claramente diferente de cada familia de origen, a la vez que debe conocer cuáles son los aspectos que vale la pena conservar de cada una.
Si bien una relación de pareja suele empezar por la creencia ilusoria de que el otro nos completa, pocas veces se queda en este nivel. La ilusión rápidamente se adapta a la realidad cotidiana. Para ser capaz de elevarse por encima de la vida cotidiana, debemos ser capaces de ir más allá de cada uno y buscar el «nosotros». Esta zona del «nosotros» es el lugar de las diferencias y la integración. El esfuerzo consiste realmente en encontrar un equilibrio viable.
La propuesta de ARG COUNSELING:
Consideramos de gran importancia trabajar en la mejora de la comunicación. La buena comunicación implica, entre otras cosas, hablar menos acerca de hechos y conductas y más acerca de sentimientos y experiencias. Esto es, en general, menos acusatorio y más aceptable.
La mejora en la comunicación es la condición necesaria para un encuentro más profundo. Para lograr una buena comunicación, se deben eliminar muchas barreras: la falta de respeto, la mala disposición y la hostilidad entre los miembros de la pareja.
Cuando el proceso evoluciona favorablemente, el clima gradualmente mejora. Hay un mayor deseo y habilidad de escucharse. La pareja descubrirá que es posible tener opiniones y experiencias contradictorias sin que lleven necesariamente a un conflicto serio y que puede haber respeto y aceptación de las opiniones del otro.
Por otra parte, comienzan a ver también que existen áreas en las cuales se sienten cercanos y todavía puede existir una fuerte conexión.
El Counselor y La Pareja trabajarán juntos en este proceso, siendo el profesional un agente catalizador de los recursos disponibles en el vínculo.